UTAGAWA HIROSHIGE

1797-1858

Utagawa Hiroshige, seudónimo artístico de Andō Tokutarō (Edo, actual Tokio, 1797-ibídem, 1858), fue un pintor japonés. Perteneció a la Escuela Utagawa, una de las más reputadas del estilo ukiyo-e. Hiroshige fue uno de los principales exponentes del paisajismo japonés, llevando esta disciplina a un nivel artístico y de estilo de gran calidad. Es también conocido como Andō Hiroshige e Ichiyūsai Hiroshige. Hiroshige era dibujante, grabador y pintor, con una prolífica obra desarrollada entre 1818 y 1858, etapa en la que creó más de 5400 grabados. Se distinguió por series de estampas sobre el monte Fuji y sobre Edo (actual Tokio), dibujando con maestría los paisajes y la atmósfera de la ciudad, y captando los momentos de la vida diaria de la capital nipona antes de su transformación durante el período Meiji (1868-1912). Estas obras se caracterizan por su formato vertical, por el control sutil del cromatismo —con el dominio del verde y del azul— y su sentido del primer plano, que sería imitado, más tarde, por la fotografía y el cine. Fue uno de los últimos representantes del ukiyo-e, y en particular del grabado, al que condujo a una cota de gran calidad antes de la decadencia de la xilografía en Japón. Hiroshige fue un humilde intérprete de la naturaleza, pero sobre todo fue un verdadero genio cuando se expresó con la ayuda de los medios limitados del grabado sobre madera, haciendo surgir las delicadas transparencias de la atmósfera al compás de las estaciones, en paisajes donde el ser humano está siempre presente. Poco después de la apertura forzada del Japón a los intercambios comerciales con Occidente, fue principalmente a través de la obra de Hiroshige que Europa descubrió hacia 1870 la asombrosa originalidad de las artes gráficas niponas. Su obra influyó en numerosos artistas europeos, creando un estilo denominado japonismo, que tuvo una influencia determinante sobre movimientos como el impresionismo y el modernismo.

Retrato póstumo a la memoria de Hiroshige (1858), de Utagawa Kunisada.
Retrato póstumo a la memoria de Hiroshige (1858), de Utagawa Kunisada.

OBRA

Hiroshige fue un autor muy prolífico: a lo largo de toda su vida realizó unas 5400 xilografías, que le convirtieron en un maestro indiscutible del ukiyo-e. Utilizaba la técnica nishiki-e, un tipo de cromoxilografía introducido en el siglo XVIII (hacia 1765) que permitía el grabado en color. Igualmente, dominaba diversas técnicas que había ido aprendiendo a lo largo de su vida: karazuri, técnica de grabado realzado en que se imprime sobre el papel una plancha sin tinta, para que quede impreso el relieve; atenashi-bokashi, técnica que mezcla un líquido con la tinta y se reparte por toda la superficie, ideal para el agua y las nubes; kimekomi, técnica por la que se presiona una plancha sobre el papel, para líneas y contornos; y kirakake, grabado brillante, realizado con dos planchas, una de color y otra de cola de huesos, sobre las que se coloca el papel, que posteriormente es rociado con polvo de mica.

El dique de Sumida en la capital oriental (Tôto Sumida-zutsumi). De la serie treinta y seis vistas del monte Fuji.
El dique de Sumida en la capital oriental (Tôto Sumida-zutsumi). De la serie treinta y seis vistas del monte Fuji.

Hiroshige se encargaba de hacer los dibujos y bocetos para la impresión; luego, un artesano (horishi) hacía las planchas de madera, y un impresor (surishi) ejecutaba las estampas, de las que generalmente se hacían múltiples copias —la tirada dependía del éxito de la serie, pudiendo llegar a 25 000 ejemplares—. El editor se encargaba de la dirección y organización de la serie, así como de su distribución y comercialización; era el que abonaba el sueldo al artista y los impresores, que eran considerados como simples trabajadores manuales. Posteriormente, la obra debía pasar la censura (kiwame) —según un edicto de 1790 todas las obras debían cumplir la política de limitación del lujo, así como no contener material políticamente sensible— antes de llegar al público.